Una Venezuela vista desde el Hip hop

 Cuando Macabro XII se levanta la camiseta y muestra sus cicatrices de plomo, se entiende el desgarro de sus rimas. “Antes de salir a la calle tener que suplicarle a la muerte que no te lleve, que te dé un chance, que hoy puede ser el día de tu suerte”, canta este hiphopero venezolano, formado en las calles de Valencia y esculpido en el estudio habanero de Los Aldeanos, los famosos rebeldes de La Habana. Y junto a ellos, Silvito El Libre, el hijo contestatario de Silvio Rodríguez, uno de los emblemas de la revolución cubana.

Aquel día en el que la muerte le buscó, el rapero tuvo suerte: su asaltante disparó muchas veces al bulto. Fortuna que no tuvieron las 133 personas asesinadas durante los primeros 10 días de marzo en Caracas. El despliegue policial provocado por las protestas no ha servido para controlar al hampa, que cabalga con su cruel velocidad por todo el país. Del número total de víctimas, destacan 30 policías asesinados, la mayoría para robarles el arma. El último en morir fue el oficial Franklin Bautista, de 32 años, quien fue despojado de su arma de fuego y de sus pertenencias. Es una plaga que no cesa. Según el Observatorio Venezolano de la Violencia, casi 25,000 venezolanos fueron ultimados el año pasado.

La Policía científica reduce la cifra a casi 20,000, que equivale a una persona muerta cada media hora. “No sé cómo sigo vivo, pero sé muy bien lo que hablo”, remacha MXII en “El rapear de mi patria”.

Tomado de La Opinión

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